Llega un momento en que a todas nos ha pasado de sentir que no solo el dinero no nos rinde, sino que nuestro trabajo en relación de dependencia no nos hace del todo felices. Quizás esta nota te de fuerzas para lanzarte a hacer eso que siempre quisiste.
¿Qué quieres hacer? Lo ideal sería combinar eso que te gusta y sabes hacer. ¿Tienes un hobby? Quizás ese sea el camino para empezar a explorarlo al máximo y ver cuán rentable es. Considera incluir en tu proyecto a alguien que comparta tu motivación y sea una compañía durante el proceso. Además es bueno tener un socio con el que compartir los primeros gastos.
Vos sos la que tiene que dar el gran paso. Ponte metas a corto plazo, trabaja un poco cada día, averigua opciones, investiga el mercado e imagina cómo te gustaría que sea tu nuevo trabajo.
No hagas cambios radicales, empieza de a poco Seguramente sientes ansiedad y cada vez que te presentas en la oficina o recibís órdenes de tu jefe sientes una ansiedad por partir de ahí, renunciar y avanzar al cien por ciento con tu nuevo proyecto. Las cosas toman tiempo y lo que te recomendamos es que no hagas un cambio radical de un día a otro. Va a haber un periodo intenso en el que vas a combinar la relación de dependencia con tu proyecto pero vas a seguir teniendo el famoso “colchón económico” como respaldo. Esperá y cuando estés lista, ¡seguí por tu cuenta!
No te rindas. Los primeros tiempos todo será prueba y error, pero es así cómo se aprende. Puede ser frustrante pero no te rindas. Nada comienza perfecto de un dia para el otro. Con el tiempo ganarás experiencia y todo será más fácil.