Más de alguna vez habrás escuchado que el ser humano se define por su condición de sociabilidad, es decir, de relacionarse con otros seres humanos. Si podemos ser “sociables” es porque podemos comunicarnos e intercambiar nuestros pensamientos y emociones. La comunicación es una condición necesaria para nuestra existencia y uno de los factores más importantes para nuestro desarrollo social, ya que nos permite entendernos a nosotros mismos y a los demás, y así construir relaciones positivas. Podemos valorar y aprender de todas las conversaciones que mantenemos en nuestra vida, ya sean agradables, irritantes o aparentemente sin importancia. Sin embargo, la comunicación no siempre es fácil, porque implica poner en contacto a dos o más personas con distintos puntos de vistas, experiencias de vida, creencias, emociones, etc., etc.
¿Por qué es importante comunicar? Bueno, porque simplemente la comunicación es la herramienta que necesitamos para relacionarnos, poder expresar lo que queremos, lo que sentimos y lo que somos. También nos ayuda a crear relaciones y construir redes de contacto y de apoyo. Es nuestra forma de interactuar con el mundo y que el mundo interactúe con nosotras.
Pero ¿te has dado cuenta de que todas las personas tenemos nuestra propia forma de comunicar? Así es, y esto requiere que seamos capaces de adaptarnos a distintos estilos, gestos, vocabulario y estrategias de comunicación de las personas a quienes enfrentamos en nuestro día, y no sólo de lo que comunican a través de sus palabras, su comunicación verbal, sino además de su comunicación no verbal. Veamos estos dos tipos de comunicación:
- Comunicación verbal: es el uso de palabras para la interacción entre las personas, expresada de manera hablada (contacto cara a cara) o escrita (informes, correos electrónicos, mensajes de texto, entre otros).
- Comunicación no verbal corresponde al lenguaje corporal, tono de voz, expresión facial, gestos y movimientos que hacemos con nuestro cuerpo.
Recuerda además lo que comentamos en nuestra columna anterior; ¡somos diversas! y esas diferencias culturales también va a influir en nuestro proceso de comunicación. Como puedes ver, ya sea verbalizando algo o no, siempre estamos comunicando, sin embargo, lo más importante en cualquier proceso de comunicación es ser una misma, tener empatía, escuchar de manera activa lo que el/la otra trata de decir, no sólo para responder sino para tratar de entender lo que te tratan de decir.
Ángela Vera